Este método nos va a ayudar en casi cualquier patología que abordemos
Tendrá como objetivo principal aprender a movernos correctamente, aprender a disociar el movimiento y realizarlo de la forma correcta, para que no aparezcan compensaciones. Tiene que haber un estudio personalizado, pues cada persona y cada lesión es diferente, por tanto también lo será el objetivo que nos queramos plantear. Por ello lo usaremos de forma individualizada, adaptándonos a cada persona y la fase en la que esté su lesión.
Si nos fijamos en un niño que acaba de empezar a andar, veremos lo bien que se agacha para coger un juguete en el suelo, si lo comparamos con cómo lo hacemos los adultos en su gran mayoría, podremos imaginar una de las razones del posible dolor. Es un buen ejemplo de cómo el sedentarismo, las posturas en el trabajo, etc, nos afectan a la forma de movernos.
Para que el cuerpo sea funcional, todos los músculos deben contraerse en el momento adecuado y en la cantidad adecuada. Sólo el haber sentido dolor puede hacer que mi musculatura no trabaje correctamente.
El ejercicio terapéutico nos ayudará a controlar el movimiento, movilizar zonas rígidas, estabilizar zonas que se mueven en exceso, equilibrar el sistema… Todo lo que al principio nos costará pensar mucho, con el paso de las sesiones lo controlaremos de manera inconsciente, lo que será principal para que posturalmente haya un cambio y el movimiento correcto vuelva a ser nuestro patrón normal.